Con la llegada de las nuevas tecnologías y el aumento en el nivel cultural de la población, nos encontramos que los espacios clásicos que conformaban nuestro paisaje urbano (plazas, bulevares, parques) se quedan obsoletos ante la nueva forma de pensar del Siglo XXI.
Las ciudades, gobernadas por políticos, intentan repetir continuamente una seria de fórmulas fijas que funcionaban para una determinada población en un tiempo concreto. Actualmente, las personas que habitan el diseño de la ciudad tienen una mentalidad más abierta y dinámica, necesitan cambiar constantemente.
Paisaje Dinámico o Teoría de la Evolución
El morador del paisaje ya no se conforma con ir a un parque y poder oler una flor, disfrutar de la sombra de un gran árbol o pasear por un camino perfectamente adoquinado. ¡QUEREMOS INTERACCIÓN! Volver a esa etapa en la que éramos niños y podíamos interrelacionarnos con todos los elementos que encontrábamos en la ciudad.
Este empuje no viene dado por una regresión a la infancia en busca de tiempos mejores, ha sido la tecnología y los avances sociales los que nos han enseñado que tenemos mucho que aprender…pero también mucho que decir. Ya no nos conformamos con ver y oír, también queremos hablar y tocar, poder hacer modificaciones en la ciudad.
Y es que la sociedad cambia a un ritmo realmente rápido y los proyectos que se diseñan en un momento dado no son validos una vez construidos 5 años más tarde. La tecnología corre más que nuestras manos y no nos queda otra que actualizarnos o morir.
Sistema de Nodos donde todos estamos conectados
Hemos llegado a un punto donde la propia población puede actuar y tomar decisiones sobre su entorno más cercano. Ya no estamos (por mucho que los políticos se empeñen en mantener) en un sistema piramidal donde los que están en la cumbre deciden por todos los demás; el nuevo sistema de nodos nos hace a todos iguales, comparables y competidores de una nueva forma de ver el paisaje de nuestra ciudad.
Cuando Nosotros Decidimos
Cuando se escucha a la población afectada por un proyecto de urbanismo o paisaje, el paisajista no tiene más remedio que acertar en sus decisiones, pues han sido un fiel reflejo de las necesidades de los demandantes reales.
Os mostramos tres ejemplos de cómo un diseño activo puede llegar a ser una solución alternativa a lo ya instaurado:
- LIEUX POSSIBLES en Burdeos, Francia
Un ejemplo de cómo determinadas implantaciones de concepto LOW COST pueden darse gracias a la participación ciudadana y al reciclado y reutilización de elementos que creemos obsoletos: Paisaje, Naturaleza y Diseño, nada más.
- Red ecourbana autogestionada: ECOBOX en Paris, Francia
Una zona marginal y sin uso puede ser reactivada gracias a la acción urbana a través de un colectivo de vecinos dispuesto a remodelar el espacio que les rodea. A través de materiales desmontables crearon una plaza de pallets y elementos vegetales que se adaptaba a los usos y necesidades del colectivo: huerto urbano, zona estancial, juegos de niños, talleres… Muy parecido a lo que se intento hacer en Valencia con la propuesta Imagina Velluters
Hay que indicar, que el ayuntamiento no vio con buenos ojos este tipo de propuestas que escapaban de su control tachándolas de marginales y obligo a su destrucción. Los vecinos decidieron “recoger toda la plaza” y llevarla a otro lugar… Ayuntamiento 0 – Acción Social 1
- MILLEGOMME – Sudáfrica
La traducción literal seria “miles de neumáticos” y gracias a este proyecto de reciclado se soluciona a través del re-uso de un material común zonas sin mobiliario o actividades interactivas en zonas empobrecida.
Como veis lo alternativo existe, y funciona. Desde Paissano aplaudimos estas propuestas y vemos un reflejo de ellas en actividades de cambio de uso como el mercado de Roquetas de Mar, eventos con un carácter especial como TRA o implicaciones de la sociedad en los proyectos urbanos como Racons.
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