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      El paisaje es no es un ente estático que una vez posado en el terreno permanece inerte durante toda la eternidad. El paisajismo es cambiante y eso es uno de los condicionantes que tan bello lo hacen y en tanto valor lo ponen.

      Muchos de estos cambios en el entorno, se deben a factores naturales: el cambio en las corrientes marinas, el aumento o disminución de la temperatura global, la desecación de lagos… sin embargo, con la llegada del hombre, podemos observar procesos de cambio en paisaje artificiales.

       

      “El hombre tiene la capacidad de cambiar el paisajismo que le rodea para mejor o para peor dependiendo de las acciones que toma. Estos cambios no son solo climáticos, sino también sociales…”

       

      Así pues, podemos hablar de que en situaciones sociales distintas se dan escenarios urbanos y paisajísticos desiguales. No hay nada más que ver las películas de ciencia ficción futuras donde dependiendo de las acciones que ha tomado la humanidad nos proponen un futuro apocalíptico oscuro lleno de basura y polución o un lúcido mañana lleno de coches voladores y vestidos hipermodernistas.

       

      Bienvenidos a la cuarta dimensión del paisaje: El tiempo.

       


       Guerras y Paisaje

      Dependiendo del tiempo en el que miremos un mismo paisaje, podemos asegurar que uno de sus momentos más cambiantes se da durante el periodo de guerras. Tanto la II Guerra Mundial como la Guerra Civil en España, dejaron un panorama desolador en nuestras ciudades que transformaron sin duda alguna la amable fisonomía de calles y avenidas.

      Para demostrar como la cuarta dimensión afecta de manera directa a la sociedad y su forma de construir y entender el paisaje, Halley Docherty decidió realizar un ejercicio práctico donde fusionaba momentos actuales de nuestras ciudades con situaciones del pasado.

       

      Este ejercicio pudo realizarlo a través de Street View (una herramienta con la cual ya hemos desarrollado varias entradas como Paisajes desde el cielo o Fenómenos emergentes) y fotos de archivos antiguas. Todo este despliegue se desarrollo para el periódico The Guardian, donde en ESTE LINK podéis encontrar la entrada al completo.

      Aquí os dejamos algunas de las imágenes para que veáis el fascinante efecto y podáis comprobar por vosotros mismo que dependiendo del espacio temporal con el que se mire un mismo paisaje…el resultado es variable:

       

      Atractivo ¿Verdad?

       

      Pues estas imágenes inspiraron a su vez a Sebastian Maharg, residente en Madrid, para realizar el mismo ejercicio pero dentro de una guerra y una ciudad que nos pilla más de cerca: El asedio a la ciudad de Madrid por el frente nacional en la Guerra Civil Española.

      Volvemos a la misma ejecución; imágenes de Street view junto con fotos antiguas de archivo de la época:


       El Paisaje, un Ente Cambiante

      Viendo la galería de fotos anterior, es fácil entender como el ser humano es capaz de alterar de forma directa el medio en el que se encuentra.

      A menudo nos preocupamos por como el efecto de nuestra contaminación puede cambiar climas lejanos poco a poco…pero pasamos desapercibidos la fuerza de los movimientos sociales en el urbanismo y paisajismo más cercano que vivimos día a día.

      Viendo estas imágenes, parece fácil averiguar que el futuro que nos hemos forjado ha sido mejor que el pasado gris que destruía las ciudades. La cuestión, en el ahora, es ver si el futuro que estamos construyendo va a seguir mejorando nuestro entorno o, por el contrario, vamos a condenar nuestras ciudades a lugares oscuros contaminados con ciertas complicaciones para la vida.

       

      De momento, nosotros queremos poner nuestro granito de arena con este pequeño articulo sobre la calidad de las calles en nuestra ciudad y esperamos crear concienciación sobre lo importante que es cuidar nuestras calles y entornos…

       

      …¿O acaso cualquier tiempo pasado fue mejor?

       

      En esto caso la respuesta parece ser NO.