La estructura de las ciudades va cambiando poco a poco debido a la evolución de la sociedad, la cual va exigiendo nuevos modelos urbanos y fórmulas que hagan cambiar el paisaje tal y como lo conocemos. El paisajismo va evolucionando mostrándonos nuevas fórmulas antes desconocidas, el parque periurbano se muestra como el último grito en este tipo de propuestas ofertando una gran cantidad de área verde la cual (según la Unión Europea) es necesaria para el correcto funcionamiento de las ciudades.
Todos vemos útil tener cerca de casa un pequeño parque donde poder sacar al perro o pasear tranquilamente de camino a casa., pero de un tiempo a esta parte se demandan espacios más grandes de esparcimiento donde poder pasar los días de domingo con la familia y las mascotas. El parque periurbano nace como necesidad de los nuevos ciudadanos de reencontrarse con la naturaleza, volver al paisaje y morarlo, salir de la ciudad.
Las ciudades han crecido de manera desmesurada y ya no es posible irse a las afueras a dar un paseo en bicicleta o recolectar hierbas. “Todavía recuerdo cuando era un niño, poder ir con mis abuelos andando al exterior de la ciudad y encontrarme con pastos, rebaños y caminos de tierra por los que poder pasear y respirar aire puro.”
El paisajismo reclama la recuperación de estos espacios y los ayuntamientos se lanzan a conquistar las áreas residuales del extrarradio de las ciudades para crear en ellos enormes parques de cientos de hectáreas destinados al ocio y el esparcimiento: El reencuentro con la naturaleza.
Parques Periurbanos – Luces y Sombras
Como sabéis, en Paissano amamos el paisajismo…pero siempre desde una perspectiva responsable. Si retomamos el recuerdo de nuestra niñez paseando por el campo seguramente no recordaremos caminos asfaltados, papeleras cada cincuenta metros o un carril bici a lo largo del paisaje: Todo era natural, sin artificios. La naturaleza hacia su trabajo y las especies y la fauna se adaptaban a las condiciones climáticas del lugar generando un ecosistema óptimo del que podíamos disfrutar sin restricciones.
Actualmente, muchos de los parques periurbanos que se han diseñado se han creado en entornos inhóspitos donde solo existían cientos de kilómetros de tierra yerma desplazados por la presión urbanística. Habilitar estos espacios como podéis imaginar es altamente costoso pues transformar un erial en un jardín paradisiaco no es tarea de un día…ni de pocos euros. La creencia errónea de que cualquier lugar en la periferia de la ciudad es adecuado para un parque periurbano convierte este sistema de creación de parques en un arma de doble filo.
Parque Periurbano Andarax en Almería
Para escenificar este tipo de errores paisajísticos pondremos como ejemplo el “Parque Andarax en Almería”, un espacio que se termino de ejecutar en el 2010 y que tenia como objetivo servir de gran parque a las afueras de la ciudad de Almería transformando una zona destinada al cultivo cerca del río en un retiro para los fines de semana de los ciudadanos.
A primera vista, el enclave situado en las orillas de un río puede parecer un lugar propicio para la construcción de un parque…pero la realidad es otra muy distinta: la construcción y ejecución de un parque periurbano en una zona desértica sin interés era un sueño faraónico que acabo por convertirse en pesadilla.
Con una inversión de casi ocho millones de euros, se transformaron 77 hectáreas en un precioso parque lleno de zonas verdes, estanques con embarcaderos y abundante vegetación destinada a la contemplación. Se plantaron más de 6.000 arboles, 25.000 arbustos y casi 5.000 plantas aromáticas, además de toda la infraestructura necesaria para el buen funcionamiento del parque.
Actualmente, nos encontramos ante un parque sin uso que se encuentra demasiado lejos de la ciudad para ser visitado y con un atractivo más artificial que cualquier otro enclave de nuestro municipio (no solo jardines, lugares como el parque natural de Nijar ofrecen un atractivo mucho más auténtico). La inversión realizada para la ejecución de la obra se muestra a día de hoy desmesurada respecto a su uso final y demuestra que el paradigma de lo “ECO” está en muchas ocasiones sobrevalorado.
Los Parques Periurbanos al Servicio del Paisaje
Los parques periurbanos al servicio del paisaje y no al revés. A diferencia de los jardines verticales con los que nos mostramos totalmente en desacuerdo, los parques periurbanos son una opción magnifica para el incremento de la calidad del paisajismo en nuestras ciudades siempre y cuando se hagan bajo determinados criterios urbanísticos reales.
No es necesario la creación de un parque desde cero, su coste como bien hemos podido ver anteriormente es altamente elevado y podemos caer en el error de un mal planeamiento que nos lleve a que el parque esté vacío. En la periferia de nuestra ciudad nos podemos encontrar multitud de áreas verdes con determinado interés medioambiental y ecológico. Estas zonas están aclimatadas a su ecosistema y plantean un ámbito asentado con un coste de mantenimiento mínimo. Muchas de ellas se encuentran en decadencia debido a que la ciudad les ha dado la espalda y están expuestas a actos vandálicos o a las inclemencias de la contaminación.
El concepto de parque de periurbano real, propone la recuperación de estos lugares a un coste muy bajo respecto a crearlos desde cero: ¿Realmente crees que habría que plantar 6.000 arboles en una zona boscosa? ¿Crees que el césped autóctono y el sotobosque necesitaría labores de riego automatizadas?
¿ Seria tan costoso adecuar unas infraestructuras mínimas a estas zonas como a otras creadas de la nada?
Como podemos observar, el coste de mantenimiento e implantación de caminos, papeleras y carteles informativos es altamente menor a la par que hacemos una labor de rehabilitación y recuperación de áreas autóctonas de las zonas cercanas a nuestras ciudades.
No debemos perder de vista el concepto “autenticidad del paisaje” pues estos espacios orgánicos se encuentran estudiados por el mejor paisajista de la historia: la naturaleza.
En comparación con el parque del Andarax (artificial y planificado) proponemos la comparativa con una zona que reúne los requisitos para ser un perfecto parque periurbano en la comarca de Nijar: El charco de Cabo de Gata.
En el podemos encontrar un pequeño lago en mitad de un entorno desértico el cual acoge a multitud de especies animales que podremos ver corretear entre la baja vegetación de la zona. Todo el entorno se puede recorrer por caminos de tierra por los que podemos pasear a pie o en bicicleta sin miedo a los automóviles que tienen el acceso restringido. Las dunas de arena envuelven el paisaje dejando el mar Mediterráneo en la zona sur.
Acondicionar este tipo de lugares es barato, eficaz y su éxito está garantizado: no solo por su función como parque ecológico sino por su ayuda a parar la desertización y hacer que este tipo de oasis en mitad del desierto proliferen y acojan cada vez mayor fauna.
Espero que esta entrada sirva como reflexión del concepto “gran parque” y consigamos apreciar el valor de lo autentico frente a lo planificado. No niego que es necesario paisajistas que diseñen nuestras plazas, jardines y parques (he aquí un ejemplo de ello) pero debemos recuperar y poner en valor el paisajismo autóctono que nos rodea para poder protegerlo y que forme, aun más si es posible, parte de nuestra cultura y forma de ser.