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      Son muchos los productos que están a disposición de jardineros profesionales y aficionados al paisajismo. La mayoría de estos productos de jardinería tienen una función nutritiva pero otra gran parte de ellos están destinados a la prevención y eliminación de plagas.

      Entre los abonos y sustratos es posible distinguir entre abonos sólidos, abonos líquidos y sustratos, los cuales, aunque tienen una finalidad común, enriquecer la tierra de la cual las plantas toman los nutrientes, presentan algunas diferencias que es importante saber para el buen crecimiento de tu jardín.

       

      Productos de jardinería: Abonos sólidos

       

      El abonado granulado de lenta liberación se mezcla con el sustrato.

       

      En primer lugar, los abonos sólidos son, tal vez, el tipo de abono de más larga duración y, por lo tanto, el más conocido por aficionados y profesionales. Este tipo de abonos se colocan dentro de la tierra y pasado un tiempo, sus nutrientes son traspasados a las plantas a través de sus raíces a través de una dosificación lenta de los nutrientes al sustrato.

      Algunos abonos sólidos son específicos. Esto le permite al dueño de las plantas controlar los nutrientes que estas reciben por lo cual, estos solo aplicaran los abonos adecuados para el crecimiento y bienestar de las mismas.

      La opción del abonado sólido es perfecta para olvidarte durante un tiempo de las labores de abonado y asegurarte que la planta tiene los nutrientes esenciales de forma continuada. Un producto de jardinería esencial para cualquier aficionado ya sea en jardín de tierra o de maceta.

       

      Productos de jardinería: Abonos líquidos

       

       

      Abono líquido aplicado en riego de rápida absorción.

       

      Por otra parte se encuentran los abonos líquidos. Su modo de aplicación es ligeramente distinto al de los abonos sólidos dado que pueden ser administrados directamente en algunas flores mediante el uso de un gotero o con una mezcla rebajada del mismo aplicada directamente como si fuera un riego.

      Así como los abonos sólidos, los abonos líquidos presentan un rango de especialización. Esto se refleja en la gran variedad de este tipo de abonos con que un cliente habitual puede toparse en una tienda de productos de jardinería.

      El abonado líquido es perfecto para aportar rápidamente alimento y nutrientes básicos a las plantas. Realizarlo antes de la llegada de la primavera o de la época de floración es algo fundamental si quieres que las plantas aprovechen la época del «estirón» de la manera más óptima posible.

      Una combinación a lo largo del tiempo de abonado sólido-lento y líquido-rápido es perfecta para asegurarte que a tus plantas no le falta ningún nutriente para un crecimiento correcto y normalizado.

       

      Sustratos

       

      El tipo de sustrato es muy importante e influye en el crecimiento.

       

      Por último en este apartado no podíamos dejar de mencionar a los sustratos. Estos consisten en determinadas materias primas de alta calidad que tienen por objetivo complementar la tierra en donde se encuentran nuestras plantas, para fortalecerlas y fomentar su crecimiento.

      Sustratos como la fibra de coco o el hummus de lombriz californiana son esenciales para realizar una buena plantación o para realizar un aporte o enmienda del sustrato generando nuevo espacio de calidad para el crecimiento de nuestras plantas. Dependiendo del tipo de especie con el que trabajemos, necesitaremos unas condiciones de aireación, retención de agua y nutrientes diferentes que debemos tener en cuenta.

       

      Antiplagas y fitosanitarios

       

       

      Siempre nos hemos de proteger las vías cutáneas y respiratorias al aplicar productos fitosanitarios.

       

      En cuanto a los productos de jardinería que tienen por objeto la eliminación de plagas, figuran los productos antiplagas y los fitosanitarios.

      Tanto unos como otros sirven para prevenir la presencia de determinados tipos de insectos, bacterias y otras amenazas que pueden atentar contra la salud e integridad de las plantas, arbustos y flores de nuestro jardín. Este tipo de productos puede clasificarse a su vez en: herbicidas, fungicidas e insecticidas.

      • Los herbicidas: impiden la propagación de determinados tipos de hierbas en nuestro jardín. Muchas veces, las hierbas pueden ganar mucho terreno e incluso pueden sustraer los nutrientes que otras plantas requieren y así afectar su crecimiento.
      • Los fungicidas: las plantas también pueden sufrir ataques por bacterias y hongos, por lo tanto requieren químicos que les permitan evitarlos y en caso de estar afectadas, eliminarlos para recuperar su salubridad.
      • Los insecticidas: sirven para combatir y ahuyentar a ciertas plagas, entre ellas incluidas algunos tipos de hormigas, que se alimentan del follaje de arbustos y algunas plantas más pequeñas.

       

      Como habrás notado, existe una gran variedad de productos de jardinería que puedes conseguir en una tienda especializada. Sin embargo, la mayoría de ellos puede clasificarse en productos para la nutrición de las plantas y productos preventivos.

      Tener un kit mínimo de estos productos es fundamental para poder cuidar tu jardín y mantenerlo en condiciones óptimas. La buena alimentación de nutrientes y el control de plagas son los dos elementos fundamentales que nunca debes olvidar si quieres que tu jardín luzca siempre en su clímax vegetal.

      Un saludo Paissanos y a disfrutar del paisaje…